Declaración Política de los Dirigentes de 5 Países en Desarrollo al Final de la Entrevista Colectiva

2008-07-09 00:00

El 8 de Julio de 2008, el Presidente de Estado Hu Jintao tuvo una entrevista colectiva en Sapporo, Capital de la prefectura Hokkaido con los dirigentes de India, Brasil, África del Sur y México, quienes fueron invitados a asistir al diálogo del Grupo 8 con los dirigentes de países en desarrollo. Los dirigentes de los 5 países publicaron una declaración política acerca de la economía mundial, la seguridad alimentaria, el cambio climático, la seguridad energética, las Metas de Desarrollo del Milenio (MDM) y otros temas.

La declaración señala que el actual escenario mundial es complejo por las interrelaciones de una desaceleración económica global, marcada por la incertidumbre financiera, la persistencia de distorsiones proteccionistas en el comercio, el veloz aumento de los precios de los alimentos, la insustentabilidad del mercado de energías y las amenazas que representa el cambio climático.

Respecto a la economía mundial, la declaración indica que la economía mundial continúa en expansión, pero a un ritmo menor que en años anteriores. La mayoría de las economía emergentes y en desarrollo han demostrado cierta adaptación a los factores desfavorables. Pero hablando del conjunto, la comunidad internacional está encarando importantes desafíos en el diseño de políticas para mantener la estabilidad financiera y disminuir los riesgos económicos. En particular, merece la atención el problema de inflación en su conjunto.

Los dirigentes de los 5 países reafirman que se dedicarán a establecer un sistema financiero internacional estable, ordenado, transparente y racional. Hay que elevar en amplio margen el derecho a la palabra y la representación de los países en desarrollo dentro de las instituciones financieras internacionales, en especial en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial. Es necesario fortalecer la arquitectura financiera global y sus capacidades de vigilancia para contribuir a la prevención y a la resolución de las crisis financieras potenciales y apoyar el desarrollo sustentable. Es necesario perfeccionar las instituciones financieras internacionales para garantizar la seguridad de la fluidez global, responder a los impactos de los altos precios de alimentos y petróleos, y en especial ayudar a los países menos desarrollados y los de ingreso mediano.

Respecto al problema de seguridad alimentaria, la declaración indica que el alza en los precios globales de los alimentos representa un nuevo desafío para la lucha contra la pobreza y el hambre. Salvaguardar la seguridad alimentaria es una responsabilidad común de todos los países, cuyos gobiernos y las partes concernientes deben tomar en común rápidas y firmes acciones bajo la dirección de ONU y sus organismos correspondientes.

La declaración manifiesta que los subsidios agrícolas de miles de millones de dólares norteamericanos, que se aplican en los países desarrollados, han afectado la capacidad productora de alimentos de los países en desarrollo y reducen críticamente las posibilidades de reacción en los países de desarrollo frente a la crisis actual. Reafirmamos que es necesario formar un beneficioso ambiente comercial para los productos agrícolas internacionales, establecer un orden comercial justo y razonable para esos productos y lograr la pronta conclusión de la Ronda de Doha con compromisos sustanciales respecto a la reducción de subsidios agrícolas. Al mismo tiempo, es necesario combatir la especulación y minimizar el uso de medidas que puedan elevar la volatilidad de los precios internacionales de los alimentos.

La declaración señala que las causas que conducen a la actual alza de los precios de los alimentos son múltiples y complejas y requieren un análisis objetivo. Tomando en consideración la necesidad de mantener la seguridad alimentaria mundial, las energías y el desarrollo sustentable, es esencial explorar el pro y el contra de biocombustibles. Los países deben reexaminar su política pública para asegurar que la producción de biocombustibles no sólo no afecte la inversión por la seguridad alimentaria, sino que al contrario, favorezca al desarrollo sostenible y mejore el bienestar de los sectores menos favorecidos.

Respecto al problema del cambio climático, la declaración expresa: Urgimos a la comunidad internacional a encarar el desafío del cambio climático a través de cooperaciones de largo plazo conforme a la"Convención Marco sobre el Cambio Climático de ONU"y el"Protocolo de Kyoto", en especial conforme al principio de"responsabilidad común pero diferenciada"y la capacidad de cada uno. Por nuestra parte, asumimos seriamente nuestra responsabilidad acogiendo al"Plan de Acción de Bali"y"la Hoja de Ruta de Bali," y nos comprometemos a concluir las negociaciones antes de 2009.

La declaración expresa que conforme al"Protocolo de Kyoto"y las respectivas metas cuantificadas de reducción de emisiones, los países desarrollados deben ser los primeros en realizar una ambiciosa y absoluta reducción de generación de gases invernadero a partir de 2012, reducir al menos entre 25 y 40% para el 2020, en comparación con los niveles de 1990. Para el 2050, el decremento en las emisiones debería llegar a entre 80 y 95% por debajo de esos niveles. Sus esfuerzos por la reducción de emisiones deben ser comparables mutuamente. Urgimos a la comunidad internacional, y a los países desarrollados en particular, a promover patrones de consumo sustentable y estilos de vida acordes con los requerimientos de mitigación.

La declaración señala que nuestros 5 países, de nuestro lado, estamos comprometidos a llevar a cabo todas razonables acciones nacionales para mitigar la emisión de gases y aplicar medidas de adaptación en apoyo al desarrollo sostenible. Al respecto, los países desarrollados deben asumir compromisos definidos sobre las metas de una significativa financiación adicional para apoyar a los países en desarrollo en la tarea de mitigar emisiones y adaptarse al cambio climático.

Sobre el problema de seguridad energética, la declaración urge a la comunidad internacional a reforzar integralmente la cooperación en la explotación y el uso de las energías, fortificar la cooperación en energías renovables y en la elevación de la eficiencia energética, atribuir importancia a la energía solar, eólica y hidráulica, y desarrollar las energías de substancias biológicas como etanol y biodiesel, sin afectar la seguridad alimentaria. La declaración manifiesta que hay que redoblar los esfuerzos por explotar las tecnologías energéticas limpias, asegurar que esas tecnologías sean amigables con el medioambiente y con costos accesibles para los países en desarrollo y que sean transferidas sin tropiezos a los países en desarrollo. Debemos planificar con una visión de conjunto la cooperación internacional de energías y la cooperación internacional para el desarrollo y asegurar que los países en desarrollo puedan acceder a las energías en pie de igualdad y de forma sostenible

La declaración también hace referencia a las Metas de Desarrollo del Milenio y el"Consenso de Monterrey". La declaración señala que conforme al"Consenso de Monterrey",la comunidad internacional acuerda trabajar en una forma coordinada para apoyar el desarrollo global movilizando recursos domésticos, atrayendo flujos de recursos internacionales, desarrollando innovadores mecanismos financieros, aprovechando los beneficios del comercio internacional, incrementando la cooperación financiera y técnica internacional, alcanzando el financiamiento sustentable de la deuda y el alivio a la deuda externa, y elevando la coherencia y consistencia de los sistemas monetario, financiero y comercial internacionales.

La declaración indica que cuando nos aproximamos a la mitad del proceso para alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio, el progreso no está balanceado a nivel global. Particularmente, los países menos desarrollados en África y en otras regiones aún están enfrentando grandes desafíos. La comunidad internacional debe unir esfuerzos para preservar la estabilidad financiera y recuperar el camino del crecimiento económico vigoroso y sostenible como condiciones necesarias para alcanzar estas metas. Exhortamos a los países desarrollados a renovar su determinación a apoyar estos procesos en beneficio del interés mundial, particularmente con respecto a la apertura comercial y el cumplimiento de sus compromisos de destinar al menos 0,7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) y para la reforma del régimen global.

Respecto a la cooperación Sur-Sur, la declaración señala: Reafirmamos nuestro apoyo a la cooperación Sur-Sur dentro del marco multilateral y acordamos fortalecer esta cooperación para que sea un plataforma importante con lo que los países en desarrollo enfrentan en común a los desafíos de desarrollo. Reafirmamos que la cooperación Sur-Sur tiene importantes ventajas comparativas y es un complemento y no substituto de la cooperación Norte-Sur. Llamamos a los gobiernos de diversos países, organizaciones internacionales y las partes concernientes a apoyar la cooperación Sur-Sur, incluido el pleno despliegue de las ventajas de la cooperación tripartita.

Respecto al papel de los 5 países en desarrollo, la declaración señala: Para cumplir nuestra responsabilidad común como principales países en desarrollo, estamos decididos a continuar involucrándonos en todos los esfuerzos que conduzcan a una mejor gobernabilidad económica mundial y respondiendo a los desafíos globales para asegurar que la globalización trabaje en beneficio de todos.

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