Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi Hace Observaciones sobre Violación de Soberanía de China por Parte de Estados Unidos

2022-08-03 23:55

Haciendo caso omiso de las solemnes gestiones de China, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, siguió adelante flagrantemente con su visita a la región china de Taiwán. Esta medida viola gravemente el principio de una sola China, infringe maliciosamente la soberanía de China y se involucra abiertamente en provocaciones políticas, lo que ha despertado una fuerte indignación entre el pueblo chino y una oposición generalizada de la comunidad internacional. Esto demuestra una vez más que algunos políticos estadounidenses se han convertido en “alborotadores” de las relaciones chino-estadounidenses, y que Estados Unidos se ha transformado en el “mayor destructor” de la paz en el estrecho de Taiwán y de la estabilidad regional.

Estados Unidos no debería soñar con obstruir la gran causa de la reunificación de China. Taiwán forma parte de China. La reunificación completa de China es una tendencia predominante de los tiempos y un paso inevitable de la historia. Nunca dejamos ningún espacio a las fuerzas secesionistas por la “independencia de Taiwán” de cualquier tipo y la interferencia de fuerzas externas. Independientemente de cómo Estados Unidos apoye o tolere a las fuerzas por la “independencia de Taiwán”, todo resultará en vano finalmente. Estados Unidos solo dejará en la historia más registros feos de intromisión flagrante en los asuntos internos de otros países. La cuestión de Taiwán surgió cuando el país era débil y caótico en ese momento, y no hay duda de que terminará con una revitalización nacional.

Estados Unidos no debería fantasear con socavar el desarrollo y la revitalización de China. China ha encontrado un acertado camino de desarrollo en consonancia con sus propias condiciones nacionales. Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh), los 1.400 millones de chinos estamos avanzando a pasos agigantados hacia la modernización al estilo chino. Ponemos el desarrollo de nuestro país y nación sobre la base de nuestra propia fuerza, y estamos dispuestos a mantener la coexistencia pacífica y buscar el desarrollo común con el resto del mundo países, pero de ninguna manera permitiremos que ningún país sabotee la estabilidad y el desarrollo de China. Hacer provocaciones y provocar problemas sobre la cuestión de Taiwán en un intento de retrasar el desarrollo y el crecimiento de China y socavar el ascenso pacífico de China será totalmente inútil y conducirá inevitablemente a un fracaso estrepitoso.

Estados Unidos no debería soñar con manipular juegos geopolíticos. Procurar la paz, buscar la estabilidad, impulsar el desarrollo y perseguir ganancias compartidas constituye aspiraciones universales de los países de la región. La introducción de la cuestión de Taiwán en la estrategia regional por parte de Estados Unidos, que aumenta las tensiones y aviva la confrontación, va en contra tanto de la tendencia del desarrollo regional como de las expectativas de los pueblos de la región Asia-Pacífico. Esto es sumamente peligroso y estúpido. El principio de una sola China se ha convertido en una norma básica en las relaciones internacionales y una parte integral del orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial. Lo que la parte estadounidense debería hacer es dejar inmediatamente de violar los propósitos y principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y abstenerse de jugar la “carta de Taiwán” para perturbar la estabilidad en la región Asia-Pacífico.

Estados Unidos no debería fantasear con poder confundir el bien con el mal distorsionando los hechos a su antojo. La parte estadounidense ha afirmado que China está provocando la escalada la situación, pero los hechos más básicos consisten en esto: Estados Unidos ha realizado provocaciones contra China en primer lugar en lo que respecta a la cuestión de Taiwán y violado flagrantemente la soberanía y la integridad territorial de China. La parte estadounidense ha declarado que existe un precedente en cuanto a la visita a Taiwán de un presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Sin embargo, la verdad más básica es que los errores cometidos en el pasado no pueden usarse como una excusa para repetirlos hoy. La parte estadounidense ha afirmado que no puede contener al Congreso debido a la separación de poderes, pero la norma más básica del derecho internacional radica en que Estados Unidos debe cumplir con sus obligaciones internacionales. En particular, las importantes figuras políticas no pueden ni mucho menos portarse de forma arbitraria. Estados Unidos también ha alegado que la búsqueda de la reunificación de China es una “amenaza” para Taiwán, pero la lógica más básica es que Taiwán es una parte inalienable del territorio de China y que la cuestión de Taiwán es completamente un asunto interno de China. Es razonable, lícito y justificado que China defienda la integridad territorial y se oponga a la secesión.

Quiero enfatizar que el principio de una sola China es lo que sustenta la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, y que los tres comunicados conjuntos entre China y Estados Unidos constituyen las verdaderas “barandillas” para la coexistencia pacífica entre los dos países. “Buscar la independencia apoyándose en Estados Unidos” no llevará a ninguna parte, y “utilizar a Taiwán para contener a China” está condenado al fracaso. Ante los máximos intereses nacionales de la reunificación del país, el pueblo chino tiene las agallas para no dejarse engañar por las falacias ni asustarse por los males, el coraje de no dejarse intimidar ni aplastar nunca, la determinación de unirse como una sola persona mostrando una fuerza indestructible y, más importante aún, la capacidad de salvaguardar resueltamente la soberanía estatal y la dignidad nacional.

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