Wang Yi Pronuncia Discurso en Sociedad de Asia

2022-09-23 19:30

El 22 de septiembre de 2022, hora local, el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, pronunció un discurso principal titulado “La forma correcta de relacionamiento entre China y Estados Unidos en la nueva era” en la sede de la Sociedad de Asia en Nueva York.

Wang Yi comentó que los últimos años han visto las relaciones entre China y Estados Unidos en un punto bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas. Se ignora la realidad de la interdependencia entre China y Estados Unidos; se tergiversa la historia de la cooperación en pos de ganancias compartidas; los canales de diálogo y comunicación están bloqueados; y las relaciones bilaterales están siendo definidas y afectadas peligrosamente por la llamada “competencia estratégica”. Esto está trayendo una tremenda incertidumbre al futuro de los pueblos de ambos países y de los países de todo el mundo.

Tanto el presidente Xi Jinping como el presidente Joe Biden opinan que deberían hacer que las relaciones entre China y Estados Unidos funcionen y no estropearlas. Ambos creen que los dos países deberían mantenerse alejados del conflicto y la confrontación. Y ambos abogan por reforzar los intercambios y la cooperación bilaterales. Personas de todo el mundo esperan que la parte estadounidense traduzca en acciones reales las importantes declaraciones de “cinco-noes” hechas por el presidente Joe Biden (a saber, no buscar una "nueva Guerra Fría" con China; no pretender cambiar el sistema de China; la revitalización de sus alianzas no es contra China; no apoyar la “independencia de Taiwán”; no buscar un conflicto con China). Sin embargo, Estados Unidos ha enmarcado una narrativa falsa de “democracia versus autoritarismo”, ha identificado a China como el “principal rival” y el “desafío a largo plazo más serio”, ha insistido en permitir la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, ha prolongado la guerra comercial con China, y ha realizado repetidas provocaciones sobre cuestiones tocantes a los intereses fundamentales y los derechos e intereses de desarrollo de China. Parece que la voluntad política del líder estadounidense de estabilizar las relaciones bilaterales aún no se ha transformado en políticas lógicas.

Wang Yi dijo que el quid fundamental de la cuestión se reduce a cómo Estados Unidos percibe a China, al mundo y a sí mismo. Ya sea una “confrontación total” o una “competencia estratégica”, ambas se han desviado del curso correcto de las relaciones entre China y Estados Unidos. Tales desviaciones son peligrosas y tienen un alto precio. Si Estados Unidos maneja sus relaciones con China con una mentalidad de suma cero y continúa permitiendo que la “corrección política” guíe equivocadamente su política con China, no solo no encontrará soluciones a sus propios problemas, sino que llevará las relaciones entre China y Estados Unidos al conflicto y la confrontación.

Wang Yi expresó que este año se cumple el 50.º aniversario de la visita del presidente Richard Nixon a China y el 40.º aniversario del Comunicado del 17 de agosto. La historia hizo las cosas como son hoy y ayuda a dar forma a un futuro mejor cuando se aprecia su valor. Al revisar cómo, con giros y vueltas, China y Estados Unidos llegaron a un consenso hace 50 años y la sabiduría reflejada en ese episodio de la historia, uno se dará cuenta de que las diferencias entre China y Estados Unidos no fueron obstáculos para que los dos países rompieran el hielo y establecieron relaciones diplomáticas, no fueron obstáculos para que ambas partes profundizaran la cooperación teniendo en cuenta sus intereses comunes, ni mucho menos fueron obstáculos para que ambas partes hicieran contribuciones conjuntas a la paz y la prosperidad mundiales. El desarrollo sólido y estable de las relaciones chino-estadounidenses en el futuro todavía depende de si las dos partes pueden encontrar una forma correcta de relacionamiento.

Wang Yi indicó que, con respecto a la forma correcta de relacionamiento entre China y Estados Unidos, el presidente Xi Jinping ha dado una respuesta clara, a saber, el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación en pos de ganancias compartidas. Estos tres principios son una importante conclusión sacada sobre la base de la evolución de las relaciones entre China y Estados Unidos en los últimos 50 años. También constituyen la forma correcta para que los grandes países convivan entre sí en esta era.

En lo que respecta al respeto mutuo, Wang Yi dijo que, sin respeto, no se puede construir confianza, y que, sin confianza, la cooperación real no podría llevarse a cabo. Esta es una lección importante extraída de los intercambios entre China y Estados Unidos en el pasado, así como un requisito previo básico para que las relaciones bilaterales vuelvan a la vía acertada. China no se transformará en otro Estados Unidos, y Estados Unidos no puede moldear a China a su gusto. Ninguna parte es capaz de derribar a la otra. Esto significa que es necesario respetar las elecciones de cada uno. El camino del socialismo con peculiaridades chinas, elegido de forma independiente por el pueblo chino, cuenta con una lógica clara de la historia, ha abierto perspectivas brillantes para la modernización de China, y ha traído verdaderos derechos humanos y democracia al pueblo chino. China persiste en buscar el desarrollo del país y la nación basándose en su propia fuerza y, al mismo tiempo, está dispuesta a seguir llevando a cabo la cooperación de beneficio mutuo con Estados Unidos y otros países. Es menester buscar la armonía sin uniformidad, en vez de la uniformidad sin armonía. 

Acerca de la coexistencia pacífica, Wang Yi dijo que ser socios o rivales y buscar la cooperación o la confrontación son cuestiones de fundamental importancia en las relaciones chino-estadounidenses, y que no se pueden cometer errores catastróficos. Para salvaguardar los intereses fundamentales de la paz, se ha de tomar la decisión correcta. China elige la paz y está comprometida con el desarrollo pacífico. La expectativa más básica de China respecto a las relaciones chino-estadounidenses constituye la coexistencia pacífica. Considerar a China como un enemigo hipotético y crear la llamada “inflación amenazante” es la típica ansiedad excesiva. Equiparar la capacidad de desarrollo con una intención de expansión, o hacer predicciones sobre China basándose en el camino trillado de las potencias tradicionales resultará en un grave error de juicio. Para que China y Estados Unidos coexistan en paz, es imperativo seguir las reglas con las que ambas partes están de acuerdo, en lugar de imponer a los demás la ley interna de uno o las llamadas “reglas” sobre las que no existe un consenso internacional amplio. Los intentos de derribar a China repitiendo la táctica de contención utilizada en la antigua Unión Soviética y rodear a China a través de juegos geopolíticos como la “Estrategia sobre el Indopacífico” solo resultarán inútiles.

En cuanto a la cooperación en pos de ganancias compartidas, Wang Yi dijo que ninguna cooperación puede basarse en un formato de “yo gano y tú pierdes”. La cooperación en pos de ganancias compartidas es la verdadera narrativa de las relaciones entre China y Estados Unidos en el último medio siglo, y debería seguir siendo el objetivo que ambos países persiguen. No hay dos países importantes que tengan contactos más estrechos entre personas o intereses más integrados que China y Estados Unidos. Los hechos y datos demuestran plenamente que los pueblos chino y estadounidense quieren cooperación, y que la cooperación entre China y Estados Unidos está impulsada por ganancias compartidas. Como el país en desarrollo más grande y el mayor país desarrollado del mundo, China y Estados Unidos disfrutan de una alta complementariedad, tienen amplios intereses comunes y asumen importantes responsabilidades comunes. La cooperación entre China y Estados Unidos aportará beneficios a ambas partes, mientras que la confrontación causará daños a ambos países. Esta es una verdad indefectible en las interacciones entre China y Estados Unidos. La cooperación es la mejor opción para ambos países. La competencia de ninguna manera es la totalidad o la corriente principal de las relaciones chino-estadounidenses. La competencia debería tener límites y, más importante aún, debería ser un juego limpio. Se necesita una competencia sana que saque lo mejor de cada uno, en vez de una competencia viciosa que en la que una parte procure la muerte de la otra.

Wang Yi dijo que la parte china siempre ha estado abierta a la cooperación con la parte estadounidense bajo la premisa de la igualdad y el respeto. La parte estadounidense propuso seis ámbitos para la cooperación entre Estados Unidos y China, y la parte china elaboró una lista de cooperación en ocho áreas. Juntas, las dos partes pueden hacer que la lista de cooperación sea más larga y que la tarta de la cooperación sea más grande, con vistas a lograr ganancias bilaterales para China y Estados Unidos y ganancias compartidas para el mundo en general. La cooperación no funcionará si Estados Unidos, por un lado, socava los intereses fundamentales de China y la base de la cooperación bilateral y, por el otro, espera que China coopere incondicionalmente. Mientras tanto, independientemente de cómo evolucionen las relaciones entre China y Estados Unidos, China, como un gran país responsable, seguirá participando activamente en la respuesta a los diversos tipos de desafíos globales, cumplirá con sus responsabilidades y hará sus contribuciones. China espera que Estados Unidos adopte la misma actitud.

Sobre la cuestión de Taiwán, Wang Yi enfatizó que esta se encuentra en el núcleo de los intereses centrales de China; que el principio de una sola China es la piedra angular de la base política de las relaciones chino-estadounidenses; y que los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos son las “barreras de seguridad” más cruciales para las relaciones entre los dos países. Actualmente, la cuestión de Taiwán se está convirtiendo en el mayor riesgo en las relaciones entre China y Estados Unidos. Si se maneja mal, lo más probable es que destruya las relaciones bilaterales. El principio de una sola China se ha convertido en una norma básica universalmente reconocida de las relaciones internacionales. Estados Unidos también se comprometió inequívocamente a reconocer a Taiwán como parte de China. La Resolución 2758 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptada en 1971 no solo resolvió de una vez por todas la representación de toda China, incluido Taiwán, dentro de la ONU, sino que también eliminó cualquier espacio para crear “dos Chinas” o “una China, un Taiwán” en la comunidad internacional. Tal y como Estados Unidos no permitirá que Hawái se separe, China tiene derecho a defender la unificación del país, ya que Taiwán es parte de China. Dado que el Gobierno de la República Popular China es reconocido como el único Gobierno legítimo que representa a toda China, no se debería permitir que Taiwán se una a ninguna organización internacional con implicaciones soberanas. Si uno reconoce el principio de una sola China, no debería llevar a cabo ninguna interacción oficial con Taiwán.

Wang Yi expresó que, con la injerencia y la tolerancia de la parte estadounidense, las fuerzas secesionistas por la “independencia de Taiwán” han crecido y se han expandido en Taiwán, han seguido realizando cambios en el statu quo fundamental de que ambos lados del estrecho de Taiwán pertenecen a la misma China, han descartado el Consenso de 1992, que encarna el principio de una sola China, y han socavado la perspectiva ganada con tanto esfuerzo de un desarrollo pacífico de las relaciones entre ambos lados del estrecho de Taiwán. “La ‘independencia de Taiwán’, como un ‘rinoceronte gris’ altamente destructivo que se dirige hacia nosotros, debe ser resueltamente detenida, afirmó el canciller chino, quien además señaló que detener las actividades secesionistas en pos de la “independencia de Taiwán”, defender la integridad territorial y salvaguardar la paz en el estrecho de Taiwán es un derecho sagrado que China ejerce de conformidad con la legislación nacional y el derecho internacional.

Wang Yi dijo que el presidente Xi Jinping indicó que “el evento más importante en las relaciones internacionales en los próximos 50 años será que China y Estados Unidos encuentren la forma correcta de relacionamiento”. Wang Yi también expresó su esperanza de que China y Estados Unidos se basen en experiencias pasadas para encontrar inspiración para el presente, ganen fuerza para seguir adelante, exploren en común un camino hacia las relaciones entre China y Estados Unidos en la nueva era y creen conjuntamente un futuro mejor para ambos países.

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