El 25 de agosto de 2020, hora local, el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi, y el Ministro de Relaciones Exteriores italiano Di Maio, se reunieron conjuntamente con reporteros en Roma.
Wang Yi expresó que este año marca el 50º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China e Italia, y es un momento histórico importante para continuar la causa de predecesores y abrir nuevos horizontes. Echando una mirada retrospectiva, el desarrollo estable y saludable de las relaciones China-Italia en medio de las vicisitudes de medio siglo, se debe principalmente a tres experiencias:
El primero es que las dos partes, como destacados representantes de las civilizaciones oriental y occidental, siempre se han apreciado y se han incluido mutualmente, se respetan el camino de desarrollo elegido por su propio pueblo desde una perspectiva de la civilización y se apoyan recíprocamente las preocupaciones legítimas sobre cuestiones de interés fundamental de uno y otro.
El segundo es que las dos partes, como principales economías mundiales, siempre se han adherido a la apertura, la cooperación, el beneficio mutuo y ganar-ganar. En la actualidad, China e Italia se han convertido en el primer y el cuarto socio comercial más grande de la otra parte en Asia y en la Unión Europea respectivamente. Ambas partes tratan la inversión de la otra con una actitud abierta. La inversión directa de China a Italia ha superado los 10,000 millones de dólares estadounidenses y hay más de 6000 proyectos de inversión de Italia en China.
El tercero es que las dos partes, como amigos y socios con una profunda amistad, siempre se echan una mano de ayuda cuando la otra parte encuentra dificultades. Ya sea el terremoto de Wenchuan de 2008 en China o la epidemia COVID-19 de este año, los gobiernos y pueblos de los dos países han escrito muchas historias conmovedoras en el proceso de la superación conjunta de las dificultades coyunturales reflejando así la verdadera amistad en las adversidades.
Wang Yi dijo que mirando hacia el futuro, las relaciones China-Italia deben planificar conjuntamente el desarrollo para los próximos 50 años.
La construcción conjunta de "la Franja y la Ruta" debería ser una importante fuerza impulsora para profundizar nuestra cooperación. La antigua Ruta de la Seda de hace mil años ha vinculado estrechamente a las dos partes. Por supuesto, China e Italia son socios naturales en la construcción conjunta de "la Franja y la Ruta". El año pasado, Italia se convirtió en el primer país occidental importante en firmar el acuerdo de "la Franja y la Ruta" con China. En el último año, ambas partes han logrado progresos importantes en los campos de la energía, la fabricación de cruceros, la construcción de puertos y los mercados de terceros, y han tenido un buen comienzo. Los dos países deben heredar aún más el espíritu de la Ruta de la Seda, permitir la más participación de los pueblos de ambos países, promover la construcción conjunta de "la Franja y la Ruta" para lograr resultados más visibles e inyectar nuevos impulsos al crecimiento sostenible global.
La defensa del multilateralismo debería ser una bandera que mantengamos en alto conjuntamente. Tanto China como Italia son los principales países responsables de la paz y el desarrollo mundiales y deben promover enérgicamente el proceso de multilateralismo y liberalización comercial, y mantener el funcionamiento seguro de la cadena industrial y la cadena de suministro mundiales. El próximo año, Italia asumirá la presidencia del Grupo de los 20. China apoyará activamente el trabajo de Italia y hará contribuciones positivas a la promoción de reformas de gobernanza global en el período post epidemia y a la pronta recuperación de la economía mundial.
Promover el diálogo entre las civilizaciones del mundo debería ser la responsabilidad internacional que asumimos con valentía. Encarando a los desafíos y problemas de la era de globalización y de la informatización, las tradiciones de la civilización y las enseñanzas de nuestros antepasados pueden darnos sabiduría e inspiración. En la promoción del diálogo equitativo y el aprendizaje mutuo entre diferentes civilizaciones, China e Italia pueden dar un ejemplo y guiar a todas las partes a proporcionar soluciones viables para la gobernanza global. Debemos trabajar con otros países para adherirnos a los sentimientos humanos, adaptarnos a las tendencias de nuestra era, promover la comunidad internacional a resolver las diferencias con el diálogo, reemplazar la confrontación con la cooperación, eliminar las divisiones con la unidad y construir mano a mano una comunidad con un futuro compartido para la humanidad.
