El 12 de mayo de 2023, hora local, el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang, y la ministra de Relaciones Exteriores de Noruega, Anniken Huitfeldt, se reunieron conjuntamente con la prensa en Oslo.
En respuesta a una pregunta de la prensa sobre cómo mantener el desarrollo estable de las relaciones China-Europa en medio de la cambiante y turbulenta situación internacional, Qin Gang expresó que China y Europa son dos fuerzas principales, dos grandes mercados y dos importantes civilizaciones con influencia mundial. También afirmó que, a través de esta visita, había sentido profundamente la voluntad positiva de la parte europea de fortalecer la comunicación y la coordinación con China y avanzar en la cooperación de beneficio mutuo. Dados los tempestuosos cambios nunca vistos en una centuria, las relaciones China-Europa necesitan perseverar en los siguientes tres aspectos para mantener su desarrollo continuo y estable:
En primer lugar, perseverar en una visión mundial inclusiva. Desde la pandemia sin precedentes en el último siglo hasta el deterioro del medio ambiente, y desde la recuperación económica hasta el déficit de desarrollo, los problemas globales se han vuelto cada vez más prominentes y complejos. Los pueblos de todos los países, que tienen un destino estrechamente vinculado, necesitan trabajar de la mano para hacer frente a los desafíos comunes. A China y Europa les incumbe respetar y apoyar los caminos de desarrollo elegidos de forma independiente por los pueblos de los países y responder de manera conjunta y positiva a las preocupaciones universales de la comunidad internacional. El orden internacional de la posguerra debe salvaguardarse y es obligatorio adherirse al verdadero multilateralismo.
En segundo lugar, perseverar en una visión progresista de la historia. Lo que más necesita la comunidad internacional es el desarrollo pacífico, la equidad y la justicia, y el progreso en lugar de un retroceso. La Guerra Fría fue una tragedia para la humanidad, y una “nueva Guerra Fría” solo traerá mayores desastres, dañará gravemente los intereses de los pueblos de China y Europa, así como del resto del mundo, y tendrá un grave impacto en el multilateralismo y la gobernanza global. China y Europa deberían oponerse codo con codo a una “nueva Guerra Fría”, dirigir la promoción de la coordinación y las interacciones positivas entre grandes países y utilizar su fuerza y recursos para impulsar el desarrollo y la prosperidad comunes.
En tercer lugar, perseverar en una visión de cooperación de beneficio mutuo y ganancia compartida. China es un socio de Europa en la respuesta a los riesgos y desafíos, y lo que China exporta a Europa y al mundo es certeza y no riesgos. China, Noruega y Europa se oponen unánimemente al desacoplamiento y el corte de cadenas de suministro y creen que es imperativo adherirse conjuntamente a la dirección correcta de la globalización económica, fortalecer la coordinación de políticas macroeconómicas, explorar profundamente el potencial de cooperación, resolver adecuadamente las respectivas preocupaciones importantes y mantener en común la estabilidad y la fluidez de las cadenas industrialesy de suministro globales.
