El consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, mantuvo una conversación telefónica el 27 de mayo de 2021 con el primer secretario de Estado y secretario de Estado para Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad, Dominic Raab, por invitación de este último.
Wang Yi dijo que el año pasado, el presidente Xi Jinping sostuvo dos conversaciones telefónicas con el primer ministro Boris Johnson, lo que señaló claramente la dirección para el desarrollo de las relaciones entre los dos países. Las relaciones entre China y el Reino Unido cuentan con una base sólida y con una fuerte fuerza impulsora. La parte china siempre ha otorgado importancia al estatus y papel internacionales del Reino Unido, y está dispuesta a hacerse socio de la visión de una "Gran Bretaña global". A pesar del impacto de la pandemia, el volumen del comercio bilateral entre China y el Reino Unido en el año pasado todavía creció en contra de las proyecciones adversas. En el primer trimestre de este año, China se convirtió en el mayor socio comercial de mercancías del Reino Unido, lo que ha demostrado plenamente la resiliencia y el potencial de las relaciones económicas y comerciales entre los dos países. Tanto China como el Reino Unido son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por lo que ambas partes tienen que asumir sus debidas responsabilidades internacionales, fortalecer la comunicación y la coordinación, emprender esfuerzos conjuntos para hacer frente a desafíos globales como la pandemia de COVID-19 y el cambio climático, mantener la paz y la estabilidad mundiales, e impulsar la recuperación económica mundial y el desarrollo sostenible.
Wang Yi señaló que, dado que China y el Reino Unido tienen diferentes contextos históricos y culturales, se encuentran en distintas etapas de desarrollo, y adoptan perspectivas que no son exactamente las mismas a la hora de abordar una cuestión, es una realidad objetiva que hay discrepancias entre los dos países. Lo importante radica en que ambas partes deben llevar a cabo diálogos igualitarios con apego al espíritu de respeto mutuo, mejorar la comprensión, eliminar las dudas, aclarar los hechos y distinguir claramente el bien del mal. La "diplomacia del micrófono" no es factible, y la "política de círculos pequeños" concuerda aún menos con los requisitos de los tiempos.
Wang Yi también expuso la posición de principios de China con respecto a las cuestiones de Hong Kong y de Xinjiang, y subrayó que "un país, dos sistemas" es una política nacional básica de China, con la que China está inalterable y sistemáticamente comprometida. Todo lo que ha hecho China en Hong Kong sirve para garantizar el avance estable y a largo plazo de la política de "un país, dos sistemas". La mejora del sistema electoral de la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK) está recibiendo un amplio apoyo por parte de todos los sectores de la vida en Hong Kong. La cuestión de Xinjiang atañe, en esencia, a la lucha contra el terrorismo y contra el separatismo y a la erradicación del extremismo. China acoge con beneplácito que las personas extranjeras provenientes de distintos lugares viajen a Xinjiang para conocer la situación real allí, pero no acepta la supuesta "investigación" basada en la "presunción de culpabilidad".
Wang Yi afirmó que la parte tiene la voluntad de seguir llevando a cabo intercambios con la parte británica sobre temas delicados con una actitud abierta, pero la soberanía y la integridad territorial de China, el camino de desarrollo elegido por el pueblo chino, así como el derecho de China a manejar sus asuntos internos sin sufrir ninguna injerencia deben ser respetados.
Por su parte, Dominic Raab dijo que las relaciones entre Gran Bretaña y China gozan de una base profunda y sólida. A pesar de que existen discrepancias entre los dos países, la parte británica está dispuesta a fortalecer los intercambios y a llevar a cabo una comunicación racional con China adherida al espíritu de respeto mutuo y de buscar un terreno común mientras deja de lado las diferencias, para mejorar continuamente el entendimiento mutuo y para hacer que la cooperación, en vez de las discrepancias, defina las relaciones bilaterales. Además, la parte británica aprecia mucho los logros considerables obtenidos por China en su lucha contra la pandemia, y tiene la voluntad de profundizar aún más la coordinación y la cooperación con China en diversos campos, tales como la salud pública, "la Franja y la Ruta", la economía y el comercio, y el cambio climático.
Las dos partes también intercambiaron puntos de vista sobre el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), la cuestión de la península de Corea y la situación en Myanmar, entre otras cuestiones.
