El 17 de julio, el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, pronunció un discurso titulado Defender Firmemente el Multilateralismo e Impulsar la Construcción de la Comunidad de Futuro Compartido de la Humanidad a través de un enlace de video a la conversación de alto nivel del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) con el tema de “Multilateralismo post COVID-19: qué tipo de ONU necesitamos en ocasión de su 75 aniversario".
En su intervención, Wang dijo que hace 75 años, nuestros antepasados, tras arduas y cruentas batallas, ganaron la victoria de la Guerra Mundial Antifascista, acontecimiento que dio lugar a la creación de la Organización de las Naciones Unidas que desde entonces ha desempeñado un papel indispensable en la salvaguarda de la paz y la promoción del desarrollo. Hoy por hoy, 75 años después, la situación internacional ha experimentado cambios trascendentales, a los cuales se han sumado los serios impactos globales de COVID-19. Frente a estos múltiples retos, la conclusión más relevante de la comunidad internacional es los intereses de todos los países están estrechamente vinculados entre sí y los seres humanos estamos conformando una Comunidad de Futuro Compartido.
Wang Yi señaló que, frente al panorama cambiante jamás conocido en una centuria, es imperativo reforzar el rol de la ONU en vez de debilitarlo, y defender su autoridad en vez de perjudicarla. Necesitamos una ONU capaz de defender la paz, la seguridad, la equidad y la justicia, una ONU capaz de promover la convivencia armoniosa más allá de las diferencias de raza, sistema social y cultura, una ONU capaz de dar solución al desequilibrio Norte-Sur y promover el desarrollo común y una ONU capaz de adaptarse a los tiempos para responder efectivamente a los desafíos globales.
Wang Yi presentó las siguientes cuatro propuestas: Primero, persistir en el multilateralismo y rechazar el unilateralismo y el proteccionismo. Debemos ponernos siempre al lado del multilateralismo y de la justicia internacional, defender el sistema internacional centrado en la ONU, el sistema multilateral del comercio basado en la OMC y acelerar la implementación de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París. Debemos rechazar categóricamente al unilateralismo, la retirada de las organizaciones y tratados internacionales y la creación de organismos paralelos, así como cualquier acción dirigida a desafiar y violar las reglas internacionales en procura de los intereses egoístas.
Segundo, persistir en la democratización de las relaciones internacionales y rechazar el hegemonismo y la política de fuerza. Los asuntos internacionales deben abordarse mediante consultas entre los gobiernos y pueblos de distintos países. Aquellos que buscan supremacía de sus intereses particulares por encima de la comunidad internacional están condenadas al fracaso. Todos los países deben atenerse a las reglas básicas de las relaciones internacionales, entre otras, el respeto a la soberanía, independencia e integridad territorial y la no intervención en los asuntos internos. Los países del mundo, sean grandes o pequeños, fuertes o débiles, ricos o pobres, deberán tratarse en pie de igualdad. Hay que persistir en el espíritu de consultas, cooperación y beneficio para todos Las controversias y divergencias deben resolverse por vía de diálogo y consultas. Es reprochable la aplicación arbitraria de medidas coercitivas unilaterales como el bloqueo económico o sanciones financieras, y rechazamos de igual manera las acciones intimidatorias y la política de fuerza, así como la intervención brutal en los asuntos internos de otros países.
Tercero, persistir en el orden internacional basado en el derecho internacional y rechazar las conductas infractoras y el doble rasero. Debemos defender con firmeza los propósitos y principios de la Carta de la ONU, juzgar las cosas con el mismo criterio que sea universalmente aplicable, sin recurrir al doble rasero. Rechazamos la "adopción selectiva de las reglas según la conveniencia" y la utilización de la legalidad como pretexto para violar los intereses justos de otros países y socavar la paz y la estabilidad.
Cuarto, persistir en la unidad y la coordinación y rechazar la supremacía y egoísmo a expensas de los demás. Debemos anteponer el pueblo y su vida por encima de todo, potenciar la cooperación antiepidémica internacional, y apoyar con vigor a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a desempeñar su debido papel. Rechazamos cualquier acción para politizar, estigmatizar y etiquetar el virus, o desviar a otros la culpa y la responsabilidad propias. Debemos velar por la estabilidad y la fluidez de las cadenas globales de producción y suministro. Nos oponemos a cualquier hegemonía tecnológica, así como la aplicación de medidas discriminatorias o excluyentes so pretexto de seguridad nacional.
Wang Yi dijo que China es firme partidario y practicante del multilateralismo, siempre apoya con firmeza al activo papel de la ONU y defiende su autoridad y posición. Frente a la aparición de COVID-19, China ha brindado un fuerte apoyo al trabajo desplegado por la ONU. Implementaremos integralmente las iniciativas de cooperación para la lucha contra COVID-19 anunciadas por el Presidente Xi Jinping en la 73ª Asamblea Mundial de la Salud para aportar contribuciones dentro de nuestro alcance a la lucha global contra COVID-19.
Wang Yi manifestó que la parte china se dispone a trabajar junto con todas las partes, adaptándose a la corriente histórica de desarrollo pacífico y actuando en firme adhesión al multilateralismo, para construir en la era post-COVID-19 un mundo de paz duradera, seguridad universal, prosperidad común, apertura e inclusión, un mundo que sea limpio y hermoso.
Esta conversación de alto nivel fue iniciada conjuntamente por los presidentes de la Asamblea General de las Naciones Unidas y el ECOSOC. El secretario general, António Guterres, pronunció el discurso de apertura, y la primera ministra noruega, Erna Solberg, el primero ministro indio, Narendra Modi, así como ministros de Asuntos Exteriores y representantes de alto nivel de más de 30 países asistieron a la conversación. Los participantes intercambiaron puntos de vista sobre cómo mantener el multilateralismo y fortalecer el papel de la ONU en la era post- COVID-19 y enviaron un mensaje positivo de mejorar la cooperación contra los desafíos comunes en las circunstancias actuales.
