Texto Íntegro del Discurso Pronunciado por Hu Jintao ante el Congreso de Brasil

2004-11-13 00:00

El 12 de noviembre de 2004, el Presidente chino pronunció ante el Congreso de Brasil un importante discurso titulado "Que creemos juntos una nueva perspectiva de la amistad entre China y América Latina y el Caribe". El siguiente es su texto íntegro.

Que Creemos Juntos una Nueva Perspectiva de la Amistad entre China y América Latina y el Caribe

Discurso del Presidente de la República Popular China

Hu Jintao ante el Congreso de Brasil

(12 de noviembre de 2004)

Excmo. Sr. Presidente del Senado José Sarney,

Excmo. Sr. Presidente de la Cámara de Diputados João Paulo Cunha,

Honorables Sres. Senadores y Diputados,

Señoras y señores, amigos todos:

Es para mí un gran placer tener la oportunidad de reunirme con tantos amigos en el Palacio del Congreso de Brasil. Ante todo, quisiera expresar mi sincero agradecimiento a los Sres. Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados José Sarney y João Paulo Cunha por su gentil invitación.

Esta es mi segunda visita a este hermoso país, Brasil, cuya vasta extensión territorial, notables logros en la construcción y la cordialidad humana del pueblo me tienen honda y gratamente impresionado. Me permito aprovechar esta ocasión para expresar, en nombre del Gobierno y el pueblo chinos y en el mío propio, los cordiales saludos y mejores votos a los amigos aquí presentes y, por su digno conducto, hacerlos extensivos al laborioso y valiente pueblo brasileño.

30 años atrás, el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Brasil dio lugar al acercamiento histórico entre los dos mayores países en vías de desarrollo ubicados en los hemisferios oriental y occidental respectivamente. 30 años después, estamos desarrollando una asociación estratégica de creciente tenor sustancial. En los asuntos internacionales, cooperamos estrechamente y nos apoyamos mutuamente para promover la implantación de un nuevo orden político y económico internacional que sea justo y razonable; y con nuestra pujante y próspera cooperación económica, China y Brasil se han convertido en los socios comerciales más importantes de una región para la otra. Nuestra fecunda colaboración en los proyectos de satélites y aviones de vuelo regional merece ser calificada como un excelente ejemplo para la cooperación Sur-Sur de alta tecnología. La cultura china y la brasileña compiten en belleza y esplendor y se realzan recíprocamente, pues en China, el fútbol y la samba brasileños le encantan al público de toda edad, igual que las artes marciales y la gastronomía chinas fascinan a los brasileños. Gracias a nuestros esfuerzos aunados, la amistad tradicional que une a los dos pueblos viene creciendo de día en día.

Este es un año muy significativo en los anales de las relaciones sino-brasileñas, por las visitas recíprocas entre el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva y yo, en ocasión del 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestros dos países. Partiendo de la realidad y mirando hacia el futuro, acordamos los siguientes cuatro principios directrices para el desenvolvimiento de los lazos bilaterales, a saber: primero, preservar en la consulta en pie de igualdad para fortalecer la confianza mutua política; segundo, persistir en el principio de beneficio mutuo y reciprocidad para expandir el intercambio económico y comercial; tercero, mantener la coordinación mediante consultas para reforzar la cooperación internacional; cuatro, promover los vínculos populares para aumentar el conocimiento mutuo. Coincidimos en que el afianzamiento de la asociación estratégica entre China y Brasil no sólo redundará en beneficio de la prosperidad y el progreso propios de los dos países, sino que también contribuirá a la salvaguardia de la paz mundial y la promoción del desarrollo común. Me asiste la firme convicción de que con el esfuerzo compartido de ambas partes, las relaciones sino-brasileñas tendrán asegurado un porvenir más hermoso.

Señoras y señores:

Desde Brasil inicio mi presente gira por América Latina. A través de la visita a su país, mis colegas y yo hemos podido volver a percibir el grandioso y magnífico panorama de América Latina y palpar profundamente el gran esplendor de su historia y sus culturas y los enormes progresos en su modernización contemporánea.

A lo largo de los tiempos, en estas maravillosas tierras los pueblos latinoamericanos han creado una espléndida civilización y también han aportado contribuciones trascendentales a la salvaguardia de la paz mundial y el fomento del desarrollo común. Desde las Pirámides Mayas hasta las antiguas urbes incaicas y desde el Complejo Hidroeléctrico de Itaipú hasta el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de la Habana sirven de testimonios de la extraordinaria creatividad de los pueblos latinoamericanos; desde Simón Bolívar hasta José Marí y desde Pablo Neruda hasta Jorge Luis Borges reflejan su admirable valentía emprendedora; desde la justa reivindicación de los derechos marítimos de las 200 millas hasta el establecimiento de la zona latinoamericana libre de armas nucleares y desde la exploración de un camino de desarrollo idóneo para su propia zona hasta la promoción de la integración regional encarnan su espíritu de lucha indoblegable. Su impetuoso proceso iniciador merece la admiración general y su cultura pluralista está impregnada de la fabulosa originalidad e infunde inspiraciones. La magnificente civilización creada por los pueblos latinoamericanos florece con fulgor especial en el jardín de las civilizaciones mundiales.

Hoy en día, los gobiernos y pueblos latinoamericanos, sin detenerse ante las dificultades, han venido fomentando las reformas en procura del desarrollo y han obtenido logros universalmente reconocidos, granjeándose el respeto de los demás países y pueblos del mundo. En el futuro, América Latina, que cuenta con una vasta extensión territorial, abundantes recursos naturales, numerosos talentos y una base económica de considerable solidez, posee ingentes potencialidades de desarrollo. Estoy firmemente convencido de que, en estas tierras de gloriosa historia, los pueblos latinoamericanos serán autores de un nuevo capítulo histórico aún más resplandeciente.

Señoras y señores,

China es un país dotado de una civilización antigua de más de cinco mil años. En la larga trayectoria histórica, el pueblo chino luchó con tenacidad para superarse constantemente y crear una vida mejor. Durante la primera mitad del siglo pasado, los chinos desplegaron indomables esfuerzos por alcanzar su propia emancipanción y la independencia nacional y, tras cruentas guerras, lograron fundar bajo la dirección del Partido Comunista de China una nueva república---República Popular China, donde el pueblo es dueño de su propio destino. En la segunda mitad, el pueblo de las diversas etnias de China, unido como un solo hombre, trabajó arduamente por explorar el camino de desarrollo adecuado a sus circunstancias nacionales y llevar a buen término la construcción económica y obtuvo grandes éxitos.

Hace 25 años, el pueblo chino inició, bajo el liderazgo del Sr. Deng Xiaoping, la gran marcha histórica de la reforma, la apertura al exterior y la construcción del socialismo con peculiaridades chinas. Desde entonces, la economía china ha crecido de modo continuo y acelerado, los servicios de utilidad social han registrado un desarrollo integral, las fuerzas productivas de la sociedad y el poderío nacional integral han dado un salto histórico y el pueblo en su conjunto ha alcanzado un nivel de vida modestamente acomodado. Desde 1978 hasta 2003, el Producto Interno Bruto (PIB) de China ascendió de los 147.300 millones de dólares norteamericanos a más de 1.400.000 millones, con un crecimiento promedio anual del 9,4%; el volumen total de las importaciones y exportaciones, de los 20.600 millones a los 851.200, con un crecimiento promedio anual del 16,1%; la población rural por debajo del estándar de pobreza se redujo de los 250 millones de habitantes a alrededor de 29 millones. Hace 25 años en China no hubo en lo fundamental proyectos de utilización de inversiones extranjeras mientras a finales de 2003 los fondos extranjeros utilizados se acumularon a los 679.600 millones.

A pesar de que hemos conseguido éxitos universalmente reconocidos, somos conscientes de los factores restrictivos que implican la numerosa población, la base económica precaria y el desequilibrio en el desarrollo, así como los cuellos de botella en torno al medio ambiente, los recursos naturales, la ciencia, la tecnología y la educación. Si bien China ya ocupa uno de los siete primeros puestos mundiales por su PIB, queda inferior a unos 110 países por su PIB per cápita. Por lo tanto, aún necesitamos seguir trabajando arduamente durante largo tiempo para materializar la modernización y garantizar una vida holgada a toda la población.

China ha definido ya las metas de trabajo para las primeras dos décadas del presente siglo, a saber: concentrar toda la fuerza en la construcción en todos los sentidos de una sociedad modestamente acomodada de nivel superior para beneficiar a los más de mil millones de habitantes y cuadruplicar en 2020 el PIB de 2000 para llegar a alrededor de 4.000.000 millones de dólares-más de 3000 dólares en términos per cápita, de modo que en China la economía se haga más desarrollada, la democracia más perfeccionada, la ciencia y la educación más progresadas, la cultura más floreciente, la sociedad más armoniosa y la vida del pueblo más confortable.

Para hacer realidad estas metas, los 1.300 millones de chinos seguirán con preseverancia el camino de desarrollo pacífico. Bajo la guía de la Teoría de Deng Xiaoping y el importante pensamiento de la "triple representatividad" y en función de las exigencias del concepto de desarrollo científico que considera al ser humano como lo primordial y procura un desarrollo integral, armonioso y sostenible, nos dedicaremos por entero a la construcción y nos entregaremos en cuerpo y alma al desarrollo. En el desarrollo, nos proponemos coordinar bien la relación entre las ciudades y las zonas rurales, entre las diversas regiones, entre la economía y la sociedad, entre el ser humano y la naturaleza y entre la construcción interna y la apertura al exterior, seguir sin vacilación el camino de desarrollo civilizado caracterizado por la producción en desarrollo, una vida holgada y un entorno ecológico favorable y propulsar sin cesar el progreso socio-económico y el desarrollo integral del hombre.

China se adhiere a la política exterior independiente y de paz, cuyo propósito radica en la salvaguardia de la paz mundial y el fomento del desarrollo compartido. El fortalecimiento de la cohesión y la cooperación con los numerosos países en vías de desarrollo constituye la piedra angular fundamental de la diplomacia china. Nuestro país, que es siempre buen amigo y socio de los países en vías de desarrollo, estará al lado de ellos para siempre. El fortalecimiento de la cohesión y la cooperación entre estos países es la opción inevitable en nuestra búsqueda del desarrollo común y constituye también la vía importante para promover el establecimiento de un nuevo orden político y económico internacional, justo y razonable.

Quiero señalar con especial énfasis que el desarrollo pacífico de China, con su población que representa una quinta parte de la población mundial, lejos de ser una amenaza para otros países o personas, es una contribución a la paz y el desarrollo mundiales y presentará necesariamente excepcionales oportunidades para el desarrollo de los numerosos otros países del planeta. China ya tiene instaurado en forma preliminar el sistema económico de mercado socialista y está llevando adelante la apertura omnidireccional al exterior, lo cual, sin duda alguna, mejorará y hará más próspera la cooperación económica y tecnológica entre China y otras latitudes del mundo, incluida América Latina.

A partir de los años 90 del siglo pasado, con excepción de unos pocos años, el comercio sino-latinoamericano ha venido creciendo anualmente por dos dígitos porcentuales. En los 10 años comprendidos entre 1993 y 2003, el volumen comercial entre China y América Latina se multiplicó por casi 6 veces y se duplicó con creces particularmente entre 2000 y 2003, incrementándose por más del 50% en los dos últimos años. En los años recientes, las exportaciones latinoamericanas hacia China registraron un aumento vertiginoso, del 79% en el año pasado y del 45,6% entre enero y septiembre del año en curso. Vista la situación en su conjunto, América Latina goza de superávit en su comercio con China. Según las estadísticas, China actualmente tiene casi 1.600 millones de dólares norteamericanos invertidos en los sectores productivos de América Latina, cifra que superará los 4.000 millones si se suman las inversiones financieras. El desarrollo económico de nuestro país invita al optimismo sobre las perspectivas de la inversión china en esta región. Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) también señaló el evidente papel impulsor del crecimiento económico de China en el desarrollo económico de América Latina. Tengo la certeza de que los esfuerzos mancomunados de ambas partes abrirán horizontes cada día más anchos para la cooperación económica y tecnológica entre China y América Latina.

Señoras y señores:

Pese a la gran distancia geográfica que media entre China y América Latina, los contactos amistosos sino-latinoamericanos se remontan a tiempos lejanos. Las experiencias similares en la causa por la liberación nacional, la salvaguardia de la independencia estatal y la construcción de nuestros respectivos países nos permiten tener una fácil comprensión y comunicación y un lenguaje común en muchas cuestiones importantes y nos convierten en buenos amigos y "vecinos a despecho de miles y miles kilómetros que nos separan". China atribuye suma importancia al papel positivo que juegan los países de América Latina y el Caribe en el mantenimiento de la paz mundial y la promoción del desarrollo común, desea sinceramente estrechar aún más la cooperación omnidireccional y multifacética con estos países y forjar con ellos una relación amistosa de estabilidad duradera, a fin de enriquecer e impeler la cooperación Sur-Sur.

Celebramos la reciente admisión de China como observador sucesivamente por el Parlamento Latinoamericano y la Organización de los Estados Americanos gracias al apoyo de los países latinoamericanos, hecho que proporcionará una nueva plataforma para afianzar la amistad y la cooperación entre China y América Latina.

China se encuentra en un proceso de desarrollo y lo está también América Latina. Para contribuir mejor al desarrollo de nuestros respectivos países, enfrentamos nuevas demandas y condiciones de cooperación y una coyuntura histórica sin precedentes, tal como lo que expresó el Sr. Deng Xiaoping al Sr. José Sarney en su visita a China como Presidente de Brasil, en el sentido de que el siglo XXI debería pertenecer al Pacífico y, al mismo tiempo, a América Latina. Debemos aprovechar esta oportunidad y trabajar codo con codo para impulsar conjuntamente el avance de la cooperación amistosa sino-latinoamericana.

Espero que a través de nuestro esfuerzo compartido, las relaciones sino-latinoamericanas puedan alcanzar, en un futuro cercano, los siguientes objetivos de desarrollo:

-- En el plano político, nos apoyamos para ser amigos dignos de confianza y a prueba de todo tiempo. Ambas partes han de fortalecer aún más la comunicación, la coordinación y la colaboración en los trascendentes temas referentes a la paz y el desarrollo mundiales, la promoción de la democratización de las relaciones internacionales, el impulso de la implantación de un nuevo orden político y económico internacional que sea justo y razonable y la preservación de los derechos e intereses legítimos de los países en vías de desarrollo.

-- En el plano económico, fomentamos la complementación recíproca con nuestras respectivas ventajas para ser socios de cooperación de beneficio mutuo a base de un nuevo punto de partida. Ambas partes han de tomar activas acciones para multiplicar el actual volumen comercial por 2 o 3 veces hasta el año 2010, para que sobrepase los 100.000 millones de dólares y, al mismo tiempo, esforzarse por avances sustanciales en las inversiones recíprocas, para realizar la duplicación del monto total de las mismas y acrecentar la importancia de una parte para la otra por lo que se refiere a las inversiones.

--En lo cultural, estrechamos los intercambios para ser ejemplares en el diálogo dinámico entre las diferentes civilizaciones. Ambas partes han de facilitar, a través de ricas actividades de intercambio cultural, una mejor comunicación espiritual y comprensión mental entre los pueblos, sobre todo en la generación juvenil, para añadir brillo al desarrollo pluralista de la cultura mundial.

Para alcanzar tales objetivos, quisiera proponer las siguientes tres iniciativas:

Primera, profundizar los consensos estratégicos y fortalecer la confianza mutua en lo político. Sobre la base de los actuales mecanismos de diálogo entre China y las principales organizaciones regionales de América Latina, es necesario construir, de modo gradual, una plataforma de cooperación de mayor cobertura para complementar y ayudar a los ya existentes. Deseamos, de todo corazón, establecer relaciones interestatales normales con todos los países de América Latina y el Caribe, a fin de crear mejores condiciones para el desarrollo de la cooperación integral y mutuamente provechosa entre China y los países de esta región. Esto no solamente corresponde a las corrientes de nuestra época, sino también a los intereses de todas partes.

Segunda, asumir un enfoque pragmático e innovador para explotar las potencialidades de la cooperación. Ambas partes han de optimizar sin cesar la estructura comercial y desarrollar con mayor energía la cooperación en los sectores de altas y nuevas tecnologías y mayor valor agregado y, al mismo tiempo, dar prioridad al aumento de las inversiones recíprocas para elevar, a corto y medio plazo, el nivel de nuestra cooperación económica. Cuando se den las condiciones maduras, ya podremos establecer, por medio de negociaciones, zonas de libre comercio o cerrar otros acuerdos de reciprocidad. De conformidad con las reglas de la Organización Mundial del Comercio y a base del principio de equidad y racionalidad, debemos potenciar la comunicación y el intercambio y tratar las fricciones comerciales de manera razonable para preservar la buena situación global de la cooperación económico-comercial bilateral.

Tercera, prestar mayor atención al intercambio cultural para aumentar el conocimiento mutuo. Ambas partes han de incrementar sin cesar la amistad sino-latinoamericana a través del establecimiento recíproco de centros culturales, la promoción de la cooperación turística, el afianzamiento del intercambio de los medios de comunicación, el intercambio de becarios y la organización de festivales juveniles sino-latinoamericanos.

Quisiera señalar, en particular, que la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China. El Gobierno y el pueblo chinos tienen la confianza, la determinación, la sabiduría y la capacidad para consumar la reunificación completa y definitiva de la patria. Perseveraremos en la orientación básica de "reunificación pacífica" y "un país, dos sistemas" y tenemos la mayor sinceridad y haremos el máximo esfuerzo por una solución pacífica del problema de Taiwán. No obstante, nunca toleraremos en absoluto la "independencia de Taiwán" ni permitiremos a nadie separar Taiwán de China de cualquier forma que sea. Resolver el problema de Taiwán para completar la gran causa de la reunificación de la patria encarna la aspiración común de los 1.300 millones de chinos y todos los descendientes de la nación china. Agradecemos a los pueblos latinoamericanos por su apoyo a lo largo del tiempo en este asunto y esperamos seguir contando con su pleno apoyo en esta causa justa del pueblo chino.

Señoras, señores y amigos:

Miles de montañas e inmensos mares no impiden la amistad sincera. China y América Latina nunca se encuentran tan cerca como hoy. Mañana, sin duda alguna, nos acercaremos más aún. Que marchemos unidos de las manos para abrir una nueva perspectiva de las relaciones de amistad y cooperación entre China y América Latina, beneficiar a los pueblos sino-latinoamericanos y contribuir a la sublime causa de la paz y el desarrollo mundiales.

¡Muchas gracias todos ustedes!
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