El 22 de septiembre de 2022, hora local, el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, respondió preguntas en el evento después de pronunciar un discurso principal en la sede de la Sociedad de Asia en Nueva York.
En respuesta a una pregunta sobre qué opinar del statu quo de la cuestión de Taiwán, Wang Yi dijo que la cuestión de Taiwán es el mayor y más fundamental tema que afecta el futuro de las relaciones chino-estadounidenses. La parte estadounidense ha afirmado en múltiples ocasiones que no quiere que ninguna de las partes cambie el statu quo de Taiwán. Ante todo, es necesario conocer claramente cuál es el statu quo de la cuestión de Taiwán y quién ha cambiado el statu quo de la cuestión de Taiwán.
Wang Yi enfatizó que el statu quo fundamental de la cuestión de Taiwán es que, en primer lugar, como parte de China, Taiwán nunca ha sido un país, ni en la historia ni en el presente, y es aún menos posible que sea un país en el futuro. En segundo lugar, aunque todavía no se ha logrado la reunificación completa entre ambos lados del estrecho de Taiwán, la soberanía y la integridad territorial de China nunca se han dividido ni se dividirán. Existe una sola China. Esto se refleja claramente en los documentos legales de ambos lados del estrecho de Taiwán. En tercer lugar, la Resolución 2758 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptada en 1971 resolvió de una vez por todas la representación de toda China, incluido Taiwán, dentro de la ONU, y expulsó a los llamados representantes de Taiwán de la ONU, lo cual no solo confirmó que Taiwán es parte de China, sino que también eliminó cualquier espacio para crear “dos Chinas” o “una China, un Taiwán”.
Wang Yi dijo que la política de China para manejar la cuestión de Taiwán es muy clara, es decir, luchar por la reunificación pacífica con los mayores esfuerzos y sinceridad posibles. Esta política mantiene su continuidad y estabilidad. Para materializar la reunificación pacífica, se ha de oponerse resueltamente a la “independencia de Taiwán”. En otras palabras, cuanto más desenfrenadas se vuelvan las fuerzas secesionistas por la “independencia de Taiwán”, menos probable será la resolución pacífica de la cuestión de Taiwán. Las actividades secesionistas en pos de la “independencia de Taiwán” y la resolución pacífica son totalmente incompatibles. “Si finalmente se viola la Ley Antisecesión, hemos de tomar todas las medidas necesarias de conformidad con la ley”, indicó el canciller chino. Por lo tanto, si la parte estadounidense también espera que la cuestión de Taiwán pueda resolverse pacíficamente, debería detener cualquier acto en pos de la “independencia de Taiwán” con una actitud inequívoca; de lo contrario, solo se producirán resultados contraproducentes, y la responsabilidad no recaerá en la parte china. La lógica aquí es muy clara.
