El 17 de febrero de 2024, hora local, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, asistió a la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC, por sus siglas en inglés) y pronunció un discurso principal titulado “Una fuerza firme para la estabilidad en un mundo turbulento” durante la sesión “China en el Mundo”, señalando que todos los países deberían buscar la ganancia compartida, evitar la pérdida de múltiples partes, defender la solidaridad y la cooperación y aunar esfuerzos para superar las dificultades, a fin de inyectar más certidumbre al mundo y crear un futuro mejor para la humanidad.
Wang Yi dijo que el año pasado fue testigo de muchas turbulencias en el mundo y de muchos desafíos que enfrenta la humanidad. El proteccionismo y la generalización del concepto de seguridad impactaron en la economía mundial, y el unilateralismo y la política de grupos dieron un duro golpe al sistema internacional. La crisis de Ucrania se prolongó e intensificó, y los conflictos en el Medio Oriente estallaron de nuevo. Surgieron nuevos retos uno tras otro, entre ellos la inteligencia artificial (IA o AI, por sus siglas en inglés), el cambio climático, el espacio exterior y las regiones polares. Sin embargo, independientemente de los cambios en la palestra internacional, China, como un gran país responsable, siempre mantendrá la continuidad y la estabilidad de sus políticas y directrices de importancia fundamental y actuará firmemente como una fuerza estabilizadora en un mundo turbulento.
En primer lugar, ser una fuerza estabilizadora al impulsar la cooperación entre grandes países. Para los grandes países, cuanto más turbulenta se vuelva la situación internacional, más necesario será fortalecer la coordinación; cuanto más prominentes sean los riesgos y desafíos, mayor será la necesidad de mejorar la cooperación. China trabajará con Estados Unidos para implementar los consensos alcanzados por los jefes de Estado de los dos países con apego a una actitud responsable hacia la historia, el pueblo y el mundo, con miras a hacer avanzar las relaciones entre China y Estados Unidos por el camino correcto del respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganancias compartidas. Rusia es el vecino más grande de China, y el desarrollo estable de las relaciones chino-rusas favorece la estabilidad estratégica en la región de Asia-Pacífico y en todo el mundo, y también constituye una exploración útil para un nuevo tipo de relaciones entre grandes países. Como dos grandes civilizaciones, China y Europa deberían adherirse al posicionamiento de su asociación, inyectar conjuntamente energía positiva a la respuesta a los cambios y al caos y proporcionar una nueva dirección para los esfuerzos encaminados a superar conjuntamente las dificultades coyunturales.
En segundo lugar, ser una fuerza estabilizadora para abordar las cuestiones candentes. China practica la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG) y se esfuerza por explorar soluciones con características chinas a las cuestiones candentes. China persevera en la no injerencia en los asuntos internos de otros países y se opone a imponer la voluntad propia a los demás; se adhiere a un enfoque justo y objetivo y rechaza la búsqueda de intereses egoístas; se compromete con la solución política y repudia el uso de la fuerza; persiste en abordar tanto los síntomas como las causas profundas, y se opone a las medidas cortas de miras y unilaterales. En respuesta a la escalada del conflicto palestino-israelí, China se ha mantenido firmemente del lado de la equidad y la justicia, ha trabajado para lograr un alto el fuego y el fin de la violencia y no ha escatimado esfuerzos para proteger a los civiles. Frente a la crisis de Ucrania, China ha insistido en aglutinar consensos para detener las hostilidades y allanar el camino para las conversaciones por la paz. En cuanto a las disputas existentes en las áreas circundantes de China, China ha perseverado en controlar las divergencias mediante consultas, resolver las disputas a través del diálogo y mantener la paz y la estabilidad regionales.
En tercer lugar, ser una fuerza estabilizadora en el fortalecimiento de la gobernanza global. China respalda la autoridad y el estatus central de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y apoya al Consejo de Seguridad para que desempeñe un papel primordial en las cuestiones de paz y seguridad. China ha reforzado la solidaridad y la cooperación en el Sur Global y ha trabajado para aumentar la representatividad y el derecho a la voz de los países en desarrollo en los asuntos globales, contribuyendo a hacer más equilibrada y eficiente la estructura de gobernanza global. China también ha ofrecido al mundo más bienes públicos y ha hecho contribuciones chinas a la respuesta a los desafíos globales tomando como orientación la cooperación, teniendo como principio la apertura y sobre la base de la igualdad.
En cuarto lugar, ser una fuerza estabilizadora en la promoción del crecimiento global. La economía de China siempre ha estado llena de vitalidad y resiliencia, con un impulso positivo a largo plazo más evidente. El año pasado, la economía china contribuyó con un tercio del crecimiento global con una tasa de crecimiento del 5,2%, y liberará mayores beneficios para el mundo en el futuro. China se centrará en materializar la modernización china y acelerará el desarrollo de alta calidad y proporcionará un ambiente de negocios mercadizado, sujeto al imperio de la ley e internacionalizado a las empresas de todo el mundo, incluida Europa. China está dispuesta a trabajar con todas las partes para impulsar la globalización hacia un rumbo más universalmente beneficioso e inclusivo, de modo que más países y más pueblos obtengan beneficios.
Wang Yi también respondió preguntas en el evento sobre la crisis de Ucrania, la cuestión de Taiwán, las cuestiones relacionadas con Xinjiang y la cuestión del mar Meridional de China, entre otros temas.
