El 17 de febrero de 2024, hora local, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, asistió a la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC, por sus siglas en inglés) y pronunció un discurso principal durante la sesión “China en el Mundo”, enfatizando que China está dispuesta a ser una fuerza estabilizadora en la promoción del crecimiento global.
Wang Yi dijo que la economía de China siempre ha estado llena de vitalidad y resiliencia, con un impulso positivo a largo plazo más evidente. El año pasado, la economía china contribuyó con un tercio del crecimiento global con una tasa de crecimiento del 5,2%. Con el rápido crecimiento del mercado más grande del mundo, China liberará mayores beneficios para el mundo. La comunidad empresarial global opina universalmente que “la próxima China seguirá siendo China”.
Concentrarse en materializar la modernización china es el mayor consenso político actual del pueblo chino. Acelerar el desarrollo de alta calidad es lo que cuenta para China en la nueva era. Tal y como destacó el presidente Xi Jinping, la puerta de China solo se abrirá aún más. China continuará ampliando la apertura institucional y acortando la lista negativa para el acceso de la inversión extranjera, y proporcionará un ambiente de negocios mercadizado, sujeto al imperio de la ley e internacionalizado a las empresas de todo el mundo, incluida Europa. Actualmente, China tiene acuerdos de exención mutua de visados con 23 países y aplica una política de exención unilateral de visados para varios países europeos y algunos otros. En la próxima etapa, China brindará más comodidad a personas de todos los países para invertir, hacer negocios, viajar y estudiar en China.
Oponerse al desacoplamiento y a las disrupciones en las cadenas de suministro se ha convertido ahora en un consenso internacional, y cada vez más personas perspicaces se han dado cuenta de que el mayor riesgo proviene de la falta de cooperación. Quien intente buscar la “desinización” en nombre de la “reducción de riesgos” cometerá un error histórico. No es posible canalizar las aguas del océano de la economía mundial hacia lagos aislados, ni es probable revertir la tendencia predominante de la globalización económica. Es necesario realizar esfuerzos concertados para impulsar la globalización hacia un rumbo más universalmente beneficioso e inclusivo, de modo que más países y más pueblos obtengan beneficios.
