El 9 de julio de 2022, hora local, el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, sostuvo una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, después de asistir a la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Veinte (G20) en Bali. Las dos partes llevaron a cabo una comunicación exhaustiva, profunda, franca y larga sobre las relaciones entre China y Estados Unidos y temas internacionales y regionales de interés mutuo. Ambas partes consideraron que este diálogo fue sustancial y constructivo, ayuda a las dos partes a mejorar el entendimiento mutuo, reducir los malentendidos y los errores de cálculo y acumula condiciones para futuros intercambios de alto nivel entre los dos países.
Wang Yi dijo que, en la actualidad, las relaciones entre China y Estados Unidos siguen estancadas en un apuro creado por la anterior administración estadounidense e incluso se enfrentan a crecientes desafíos. La narrativa histórica de las relaciones entre China y Estados Unidos ha sido distorsionada, la realidad ha sido secuestrada por la llamada “corrección política”, y la dirección del desarrollo está en peligro de desviarse aún más. La razón fundamental radica en que Estados Unidos tiene una percepción problemática de China y que su política hacia China, elaborada basándose en dicha percepción, se ha desviado naturalmente del camino correcto. Hay algunas contradicciones e incoherencias entre las palabras y los hechos en la política de Estados Unidos hacia China, que han reflejado, en un nivel profundo, la grave desviación en los puntos de vista de Estados Unidos sobre el mundo y China, así como sobre la historia, los intereses y la competencia entre China y Estados Unidos. Esto ha llevado a muchos a creer que Estados Unidos está sufriendo una “Chinafobia” cada vez más grave. Si esta “inflación de amenazas” continúa sin control, la política estadounidense hacia China conducirá a un callejón sin salida.
Wang Yi expresó que la directriz fundamental para sacar las relaciones entre China y Estados Unidos de la situación difícil es implementar en serio los consensos alcanzados por los jefes de Estado de los dos países. La parte china siempre ha seguido los tres principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de ganancia compartida, planteados por el presidente Xi Jinping, a la hora de desarrollar las relaciones entre China y Estados Unidos. La parte estadounidense debería poner en práctica los importantes compromisos del presidente estadounidense Joe Biden de que Estados Unidos no busca una “nueva Guerra Fría” con China; no pretende cambiar el sistema de China; la revitalización de sus alianzas no está dirigida a China; Estados Unidos no apoya la “independencia de Taiwán”; y no tiene la intención de buscar un conflicto con China.
Wang Yi enfatizó que, dado que la parte estadounidense ha prometido no busca cambiar el sistema de China, debería respetar el camino del socialismo con peculiaridades chinas elegido por el pueblo chino y dejar de difamar y atacar el sistema político y las políticas interna y externa de China. Como Estados Unidos ha prometido no buscar una “nueva Guerra Fría”, tiene que abandonar la mentalidad de Guerra Fría y descartar el juego de suma cero y dejar de buscar aliados para formar “pequeños círculos”. Dado que la parte estadounidense ha prometido no apoyar la “independencia de Taiwán”, debería abstenerse de vaciar y distorsionar la política de una sola China, dejar de recurrir a la táctica de “segmentación” en lo que respecta a la cuestión de Taiwán y evitar jugar la “carta de Taiwán” para obstruir el proceso de reunificación pacífica de China. Como la parte estadounidense ha prometido que no tiene la intención de buscar un conflicto con China, debería respetar la soberanía y la integridad territorial de China, dejar de entrometerse en los asuntos internos de China y no socavar los intereses legítimos de China bajo el pretexto de los derechos humanos o la democracia. A Estados Unidos también le incumbe eliminar lo antes posible los aranceles adicionales sobre China y poner fin a las sanciones unilaterales contra empresas chinas.
Wang Yi destacó que Estados Unidos ha expresado querer instalar “barandillas” para las relaciones bilaterales. Los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos constituyen la “protección” más fiable para los dos países. Siempre y cuando se cumplan seriamente los respectivos compromisos asumidos en los tres comunicados conjuntos, se mantenga la dirección correcta, se eliminen de forma oportuna los obstáculos y se abra el camino hacia adelante, las relaciones bilaterales no se descarrilarán ni se saldrán de control, de lo contrario, las “barandillas” no funcionarán, por muchas que haya. Es menester que las dos partes discutan y establezcan pautas de acción para ambas partes con apego al espíritu de respeto mutuo, coexistencia pacífica, evitación de la confrontación y cooperación de ganancia compartida. Hace falta establecer canales para implementar los consensos alcanzados por los dos jefes de Estado y coordinar en mejor medida los intercambios entre diversos campos y departamentos. También es necesario gestionar y controlar adecuadamente las contradicciones y discrepancias y esforzarse por resolver los problemas prominentes. Sobre la base de todo esto, la parte china presenta cuatro listas a Estados Unidos, a saber, la Lista de Malas Acciones de Estados Unidos que Deben Parar, la Lista de Principales Casos Individuales por los que China Tiene Preocupaciones, la Lista de Principales Casos Jurídicos Relacionados con China que Preocupan a China y la Lista de Cooperación China-Estados Unidos en Ocho Áreas. China espera que Estados Unidos tome en serio dichas listas.
Wang Yi explicó exhaustivamente la solemne posición de China sobre la cuestión de Taiwán y exigió a la parte estadounidense hablar y actuar con prudencia, no enviar ninguna señal errónea a las fuerzas de la “independencia de Taiwán”, no subestimar la firme determinación del pueblo chino de salvaguardar la soberanía territorial y no cometer errores disruptivos que arruinen la paz en el estrecho de Taiwán. Además, Wang Yi refutó, en función de la razón, algunas opiniones erróneas de Estados Unidos sobre cuestiones relacionadas con Xinjiang y Hong Kong y asuntos marítimos, entre otras cuestiones.
Antony Blinken informó sobre la política de Estados Unidos hacia China y afirmó que la parte estadounidense no busca una “nueva Guerra Fría” contra China, no busca cambiar el sistema de China, no desafía el estatus gobernante del Partido Comunista de China (PCCh), no busca asediar y contener a China, no apoya la “independencia de Taiwán” y no busca cambiar el statu quo en el estrecho de Taiwán. Señaló que Estados Unidos se compromete a gestionar y controlar los factores de riesgo en las relaciones bilaterales y adopta una actitud abierta hacia la cooperación con China.
Las dos partes llegaron a un consenso sobre el fomento de la obtención de más resultados en las consultas del grupo de trabajo conjunto China-Estados Unidos sobre la base de la reciprocidad y el beneficio mutuo, y acordaron la creación mutua de mejores condiciones para que el personal diplomático y consular de las dos partes desempeñe sus funciones y la reanudación de los intercambios y consultas en términos culturales y de persona a persona. Ambas partes también convinieron en reforzar la cooperación en áreas como el cambio climático y la salud pública.
Asimismo, la parte china presentó la visión de interacciones virtuosas entre China y Estados Unidos en la región Asia-Pacífico. Ambas partes también realizaron un profundo intercambio de opiniones sobre temas como la cuestión de Ucrania y la situación en la península de Corea.
