Wang Yi Asiste a Recepción para Conmemorar el 45.º Aniversario del Establecimiento de Relaciones Diplomáticas entre China y Estados Unidos

2024-01-05 23:55

El 5 de enero de 2024, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, asistió a una recepción para conmemorar el 45.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos en Beijing.

Wang Yi dijo en su discurso que el 1 de enero de este año marcó el 45.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Popular China y los Estados Unidos de América. El presidente Xi Jinping y el presidente Joe Biden intercambiaron cartas de felicitación. El presidente Xi Jinping señaló en su carta de felicitación que, durante los últimos 45 años, las relaciones entre China y Estados Unidos, a pesar de haber experimentado altibajos, en general han avanzado hacia adelante, lo que no solo ha mejorado el bienestar de los dos pueblos, sino que también ha impulsado la paz, la estabilidad y la prosperidad mundiales. Ambos jefes de Estado subrayaron su continuo compromiso con la estabilización y el desarrollo de las relaciones China-Estados Unidos, en beneficio de ambos países y del mundo en general.

Wang Yi indicó que, hace 45 años, los líderes de la vieja generación de China y Estados Unidos, con su destacada visión estratégica y su extraordinario coraje político, establecieron el principio de una sola China, abriendo las puertas que habían estado cerradas durante muchos años y poniendo fin al largo aislamiento entre los dos grandes países para dar comienzo a sus intercambios integrales. Durante los últimos 45 años, las relaciones entre China y Estados Unidos han superado dificultades, eliminado interferencias y avanzado mediante el aliento mutuo, y la amplitud de las áreas de cooperación, la profundidad de la integración de intereses y la magnitud de la influencia han alcanzado niveles sin precedentes. Tal como observó un antiguo erudito chino, “crecen robustas las plantas con raíces sólidas, y aseguran éxito los esfuerzos debidamente enfocados”. La trayectoria recorrida por las relaciones entre China y Estados Unidos en medio de vientos y tempestades en el último medio siglo, al igual que el paso del tiempo, es como un río caudaloso cuya agua mucho se lo lleva, pero ha dejado muchas lecciones útiles sobre la esencia de las relaciones binacionales. En primer lugar, la paz es la piedra angular más fundamental de las relaciones entre China y Estados Unidos. La ausencia de conflicto o confrontación entre los dos grandes países es en sí misma el más importante dividendo de la paz para la humanidad. En segundo lugar, la cooperación es la opción más correcta para que China y Estados Unidos se lleven bien. En las circunstancias actuales, la necesidad de cooperación entre China y Estados Unidos no ha disminuido, sino que se ha vuelto más fuerte. La cooperación entre China y Estados Unidos, para ambos países y el mundo entero, no es una interrogante que se pueda rehusar de contestar, sino más bien una cuestión que debe abordarse con seriedad. En tercer lugar, la ganancia compartida es la característica más esencial de los intercambios entre China y Estados Unidos. El comercio bilateral de casi 760.000 millones de dólares estadounidenses y la inversión bidireccional de más de 260.000 millones de dólares estadounidenses entre China y Estados Unidos reflejan en profundidad la sumamente complementaria estructura económica de los dos países, su profunda conexión en las cadenas industriales y de suministro globales, así como sus intereses compartidos en el desarrollo común. Buscar el desacoplamiento e imponer el bloqueo sin duda generará más pérdidas que ganancias y se perjudicará a sí mismo.

Wang Yi enfatizó que el mundo actual está inmerso en una situación cambiante nunca conocida en una centuria. Como las relaciones más importantes y complejas del mundo, ¿cómo hacer que el barco gigante de las relaciones entre China y Estados Unidos calibre su dirección, evite los arrecifes ocultos y bajíos peligrosos y atraviese los desfiladeros de la historia? Se trata de una cuestión significativa sobre la que se debe reflexionar y una interrogante de los tiempos que debe ser respondida. En noviembre del año pasado, el presidente Xi Jinping y el presidente Joe Biden sostuvieron un encuentro histórico en San Francisco, durante el cual elaboraron la “Visión de San Francisco” orientada al futuro, trazando el rumbo e inyectando impulso a las relaciones binacionales. A ambas partes les incumbe tomar el encuentro en San Francisco como un nuevo punto de partida, adoptar el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganancias compartidas como la manera de tratarse entre los dos países, y traducir verdaderamente los significativos consensos alcanzados por los dos jefes de Estado en acciones concretas.

Es necesario apegarse al respeto mutuo, y la prioridad actual es desarrollar una percepción acertada. ¿China y Estados Unidos son socios o rivales? Esta es una cuestión general concerniente a la dirección. Impulsar integralmente la gran revitalización de la nación china con la modernización china significa que China asumirá una mayor responsabilidad y desempeñará un papel más relevante en la paz y el desarrollo mundiales. China no tiene intención de reemplazar o dominar a nadie, ni mucho menos de buscar la hegemonía. China está dispuesta a comprometerse a construir unas relaciones China-Estados Unidos estables, saludables y sostenibles sobre la base del respeto mutuo. Se espera que la parte estadounidense tenga una mentalidad más relajada, adopte una actitud de igualdad e inclusión, respete las decisiones del pueblo chino, respete el camino de desarrollo de China, muestre respeto por los intereses fundamentales de China y respete los esfuerzos de China para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial del país.

Es menester persistir en la coexistencia pacífica, y la prioridad de primer orden consiste en gestionar las diferencias de manera efectiva. China y Estados Unidos tienen diferentes sistemas sociales y caminos de desarrollo, lo que se debe a sus distintas tradiciones históricas y culturales. No se puede recurrir a la confrontación simplemente porque existen discrepancias, ni mucho menos blandir irreflexivamente el garrote de sanciones o participar en la hegemonía del poder y el juego de suma cero. La clave radica en tener la visión de futuro y la determinación de buscar puntos comunes archivando las diferencias, y no dejar que los lazos binacionales se vean dominados o interferidos por las divergencias y diferencias.

Es imperativo adherirse a la cooperación de ganancias compartidas, y la piedra de lastre es avanzar en la cooperación mutuamente beneficiosa. Ambas partes deberían seguir aprovechando plenamente los mecanismos restablecidos o establecidos en ámbitos como diplomacia, economía, finanzas, comercio y agricultura, construir puentes de comunicación lo antes posible, allanar el camino para la cooperación, eliminar los diversos obstáculos que enfrentan los intercambios entre los dos países, romper los “capullos” tejidos por información falsa y estrechar continuamente los vínculos entre los dos pueblos, a fin de proporcionar más energía positiva para el desarrollo saludable de las relaciones chino-estadounidenses. Wang Yi expresó su esperanza de que las personas perspicaces de todos los ámbitos sociales de ambos países actúen con mucha energía del dragón volando y un gran vigor del tigre saltando para fomentar el avance constante de las relaciones entre China y Estados Unidos en la dirección correcta.

El encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en China, David Meale, también pronunció un discurso en la recepción. En nombre de la parte estadounidense, extendió sus felicitaciones por el 45.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China y expresó la voluntad de la parte estadounidense de implementar los consensos alcanzados por los jefes de Estado de los dos países y promover el desarrollo estable de las relaciones Estados Unidos-China.

Coorganizada por la Asociación del Pueblo Chino para la Amistad con Países Extranjeros (CPAFFC, por sus siglas en inglés) y el Instituto de Asuntos Exteriores del Pueblo Chino (CPIFA, por sus siglas en inglés), la recepción contó con la participación de más de 350 personalidades amigables de diferentes sectores sociales de ambos países.

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